«Soy Yassin, pero me llaman la Roca.
Tengo una discapacidad física, pero aceptarla me ha hecho feliz. A pesar de todo, considero que tengo un buen cuerpo. Antes no me gustaba pero aceptándolo siento una paz interior haciendo introspección cada día para seguir mejorando.
Lo que me importa es vivir mis pasiones a tope y pelear cada día para realizar mis sueños . Nada es difícil, solo tenemos que mentalizarnos a pensar en grande, sin miedo y con mucha flexibilidad… Lo más importante es nuestra energía que nos da la fuerza para darlo todo. We can do it«
Con este testimonio terminábamos hace unos días una de mis clases de Yoga en Benissanó.
Yassin, un chico marroquí con una discapacidad psíquica y física al que conocí el verano pasado y con el que volví a coincidir hace unos días, nos daba una lección de superación y aceptación que no nos dejó indiferentes.
Después de realizar los ejercicios de Yoga y una pequeña meditación, le invité a que nos contara, a los allí presentes, su vivencia, su superación, su día a día. Y aunque era la primera vez que hablaba en público no lo dudo un instante.
Vivimos una experiencia única!. Fueron sus palabras, su mirada, sonrisa y su verdad la que nos hizo conectar con el corazón.
Él agradeció la oportunidad que le brindamos, pues aseguró que ésta le ayudaba a ganar confianza en sus posibilidades y en creer en él día a día.
Desde estas líneas quiero aprovechar para agradecer sus palabras, sinceridad, valentía y su compañía.
Su ejemplo nos demuestra que es nuestra actitud ante dificultades la que nos puede ayudar a superarlas.
Que pensar en positivo pueden cambiar nuestro rumbo en la vida.
Nuestra mente es muy poderosa. Besos